domingo, 25 de marzo de 2012

TORRES BLANCAS



Para un ajeno a este mundillo de la arquitectura, al ver las fotos de Torres Blancas, (edificio de viviendas situado en Avenida de Américas, Madrid, e inagurado en 1969) pensará que algo no cuadra: ni torres (ya que sólo hay una), ni blancas. Pues bien, cuenta la leyenda que  Francisco Javier Sáenz de Oíza, arquitecto (1918-2000), proyectó la torre en blanco, revestida en mármol y de ahí su nombre; y que no se llegó a ejecutarse debido a problemas económicos. Sin embargo, el hijo del Oíza, Javier Sáenz, lo desmiente con estas palabras: “El hormigón visto estuvo siempre en el origen del proyecto, se bautizaron como Blancas en honor a las pinturas y el purismo de Le Corbusier”.
De todas las historias que se escuchan, sólo es cierto que, en principio, eran dos las torres proyectadas, aunque la segunda torre no se dejase de construir por motivos económicos, sino de licencia: “Al Ayuntamiento le daba reparo la arquitectura que iba a salir y puso muchas pegas”, dice Javier Sáez. “Ahora, para vender un proyecto necesitas una presentación multimedia, pero lo que se llevaba en los sesenta eran los acuarelistas argentinos”.

La torre consta de 2 pisos subterráneos, un piso de entrada, 21 de vivienda, una planta intermedia de servicios y dos pisos, en la parte superior, destinados a centro social  y restaurante.

En el libro Escritos y conversaciones, dice el propio Oiza: “Cuando hice Torres Blancas tuve ese único objetivo: molestar a la gente, agredir al paisaje, de tal manera que la gente levantara la cabeza y dijera: ¡caramba!, pero ¿tanto bien o tanto daño se puede hacer con la arquitectura?… ¡Sí, señor! ¡Estamos cansados de hacer paisajes grises, ambientes no molestos en los cuales a lo mejor no es penoso vivir, pero tampoco es gratificante!”. 



















Y es que esta obra fue una continua prueba: desde la estructura (ya que el edificio no se sustenta en pilares, sino en muros de carga), las formas de los espacios (son numerosas las anécdotas que los habitantes de Torres Blancas cuentan acerca de los problemas que les suponía distribuir los muebles siendo las paredes curvas), hasta los equipamientos, ya que el edificio contaba incluso con un restaurante (hoy oficina) desde el que se podía bajar la comida a cada vivienda a través de un portaplatos.  

Es mucho  lo que se puede contar sobre este edificio, así que os prometo una segunda entrada en la que os muestre los interiores y en la que sigamos hablando del arquitecto, de la obra y su historia. ¿Qué os parece?¿Apetecible para habitarlo o extrañeza arquitectónica?  

Aprovechando el marco, como siempre, también os muestro un poquito de mis looks. Ya es primavera ¡y apetecen colores! Esta sudadera  flúor ha sido una de mis últimas adquisiciones ¡ espero que os guste!
Fotografía: Alberto Zama Álvarez y Elisa Galindo Muñoz

6 comentarios:

  1. Interesante entrada sobre mi edificio preferido de viviendas de Madrid. Siempre me pareció lo que comentas en el texto, que Oiza debió pretender epatar a "la ciudad", probablemente de ahí que solo le dejaran construir una de ellas. Por cierto ¿todas las fotos son tuyas? Son muy buenas, bueno supongo que en las que apareces tu, habrás tenido colaborador@s. Por cierto a ver si nos ofreces una entrada mas especificamente de moda, para que podamos conocerte algo mas. Saludos

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  2. ¡Gracias, Luis! sí, todas las fotos son nuestras, de un fotógrafo que me he agenciado que es un sol, y mías.
    Esta semana prometo alguna de moda ¡y muchas gracias por seguirme!

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  3. Supongo que la arquitectura es muy importante para ti.
    Muy interesante el post, he aprendido mucho, y muy chula la sudadera.
    Por cierto, unas fotos buenísimas.
    Un bico.

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  4. Si algo me llama mas la atención, además de la calidad que denotan tus post, es que en absoluto son frivolos. Tienes una forma de mezclar arquitectura, con "la historia que cuentas" y la moda, que supongo que al autor de Monocle, le gustaria. Enhorabuena una vez mas, y por favor prodigate mas en tus entradas.

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  5. ¿Este edificio está en Av. América? Qué descubrimiento Elisa, llevo pocos años aquí y nunca había estado en esta zona, a pesar de que paso por ahí casi todos los días, pero 20 metros bajo suelo...
    Muy atrevido para el 69,no? Que genialidad de planta, aunque ¿Será cómodo de habitar? Por lo poco que entiendo en la planta parece que priman los espacios diáfanos que a la hora de habitar dan muchas posibilidad. Completamente a favor de esta obra. La degradación cromática del hormigón solo embellece el edificio.
    Espero ese segundo reportaje. Mientras tanto intentaré ir a visitarlo en breve.
    Gran reportaje fotográfico, completa información y, por cierto, tu sudadera me chifla. Kiss!

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  6. me encanta la modelo!y el fotografo!

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