Hoy os dejo un escrito de uno de mis arquitectos favoritos: Álvaro Siza (Matosinhos, 1933), portugués del que ya os he mostrado alguna obra que podéis ver aquí.
Para Siza, la idea de progreso en arquitectura no está reñida con la herencia tradicional, que no se anula con el paso del tiempo. Para él "La tradición es un desafío a la innovación".
En estas líneas, este arquitecto nos habla del devenir del tiempo. Espero que os guste.
"En un hotel de Lisboa encuentro a un admirador economista. Me dice: Vi una publicación sobre su restaurante en Matosinhos. Es muy hermoso. ¿Me da un autógrafo? Le doy el autógrafo y digo: Ese restaurante es antiquísimo, un objeto obsoleto en un paisaje degradado (maravilloso en 1958).
No parece, responde (quizá ofendido). Me siento contento. ¿Será que un restaurante de 1958, funcionando en 1992, debe parecer diseñado en 1958? Es cierto que la apreciación no viene de un especialista. Un crítico de arquitectura habría adivinado de inmediato la fecha: 1958. Este detalle, o tic, o aquel; o se habría equivocado, posiblemente,sin apercibirse de lo esencial, que poco tiene que ver con los detalles, o tics, o exarcerbada sensibilidad, o información.
Hace 34 años estaba inmerso en luchas muy íntimas, o muy colectivas, en territorio mío y de mis amigos, próximos o distantes, o enemigos.
No obstante, cuando nos encontramos por entero en un proyecto, las cosas muy próximas en el tiempo y en el espacio se desvanecen progresivamente. O desaparecerían para mi, en 1958, con un vago sentimiento de remordimiento, cuando me apercibía de eso.
Envejecer es perder la capacidad de concentración, sabiendo más. O de remordimiento (o de inconsciencia). Tener la conciencia es eso".
Oporto, 10 de diciembre de 1992
Texto extraído del libro: Alvaro Siza obras y proyectos.Editorial Electa
También os muestro unas fotos del restaurante al que el admirador hacía referencia: el Boa Nova, que como bien dice, se encuentra en Matosinhos. El lugar es esencial en sus proyectos, y afirma: “lo que la naturaleza da no precisa ser hecho”.
La leyenda cuenta que hace unos años, durante una fuerte tormenta, el mar se vino a través de las dos habitaciones de la casa de té, llevándose consigo muebles y destruyendo la mayor parte del interior. La Boa Nova fue totalmente restaurado en 1991, con todas sus características originales que se conservan.
ResponderEliminarTatiana Berger 2003 (actualizado en 2010)