martes, 17 de abril de 2012

DELPHOS


-Vamos a intentar hacer un Delphos de emergencia, ¿sabe de qué le hablo?
-¿Un Delphos de Fortuny?-inquirió incrédula.
-Un falso Delphos.
-¿Piensa que va a ser posible?
Nos sostuvimos un instante la mirada. La suya reflejaba un golpe de ilusión de pronto recuperada. La mía no lo supe. Tal vez determinación y arrojo, ganas de triunfar, de salir con éxito de aquel trance. Probablemente también hubiera en el fondo de mis ojos cierto terror al fracaso, pero intenté que se intuyera lo menos posible(...)

Con estas palabras comienza la descripción del proceso de creación de un falso Delphos en El tiempo entre costuras, libro de María Dueñas. Su modo de describir la elaboración del diseño me atrapó desde el primer minuto, y sentí una imperiosa necesidad de buscar más sobre este vestido. Por supuesto, os recomiendo este libro.

El vestido Delphos fue creado por el diseñador Mariano Fortuny y Madrazo (Granada, 1871-Venecia, 1949) alrededor de 1907, después de un viaje por Grecia con la que luego sería su esposa Henriette Nigrin. Fortuny fue un artista cosmopolita autor de una amplia y polifacética producción. 

Este vestido-túnica encuentra su inspiración en el chitón jónico (un tipo de vestimenta griega), y se confecciona a partir de cuatro paños de tela unidos entre sí por pequeños cristales de Murano hechos especialmente para cada modelo. Suele ir acompañado de un cinturón en seda o raso. Lo más característico es el plisado. En 1909 presentaría la patente que, como es lógico, da la mínima información sobre el sistema, reseñando únicamente que la manera de conseguir el plisado era apretando y retorciendo fuertemente entre las manos bandas de tela mojada hasta conseguir arrugarla en el sentido del largo de la misma para acabar realizando las ondulaciones horizontales.



                                                              Isadora Duncan y su hija, ambas con un vestido Delphos de Fortuny








No hay dos Delphos iguales, varían en largo, manga y sobre todo, en color. El propio Fortuny se encargaba de elegir los tintes y teñir las telas; la gama cromática era deslumbrante: azules índigos, verdes esmeraldas, rojos cochinilla, naranjas, rosas, blancos marfileños, violetas... Todos ellos naturales, bien de origen mineral u orgánico, fueron elaborados mediante fórmulas secretas extraídas de antiguos manuales y tratados sobre el arte de la tintorería, así como de viejas recetas que le fueron confiadas por ancianos artesanos de la región del Véneto. 

Es todo un referente en la historia de la moda. El Delphos supuso una liberación para el cuerpo de la mujer en el primer tercio del siglo XX; con él se decía adiós a los vestidos encorsetados y a las innumerables capas de tejidos. La túnica tiene por fin adaptarse al cuerpo y marcar las formas, está hecho para llevarse sin ropa interior.

Este vestido ha sido lucido por mujeres de la talla de la bailarina americana Isadora Duncan o Peggy Guggenheim, pero sobre todo fueron sus amigos escritores, Proust y D’Annunzio quienes, al ensalzar poéticamente estos vestidos en sus obras, los convirtieron en objetos de culto entre los intelectuales del momento. Este diseño inmortal no ha dejado nunca de ser actual. 

Natalia Vodianova en la Gala MET, 2008 luciendo un Delphos

4 comentarios:

  1. ¡Elisa! De vuelta al compás? ;). En primer lugar debo felicitarte por esta entrada, la moda puede llegar a ser algo superficial, carente de sentimiento, con tu referencia al libro y habiendo profundizado en la historia de esta prenda le aportas esa carencia histórica que tiene la moda. La opinión sobre este vestido-túnica, antes y después de leer tu entrada es completamente distinta. La adaptación al siglo XXI que ha hecho el diseñador de Natalia Vodianova es magnífica. Me apunto tu libro en mi lista de adquisiciones ;). Besos

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  2. Bueno bueno¡ Esto es mucho mas que una entrada de moda, coincido con Maria en la lección de historia, de lo bonito de lo cuentas y de que me han entrado unas ganas locas de tener un Delphos, mejor dicho mi imaginación está volando para ver si puedo hacerme uno. Es una entrada realmente bonita, tranquila, bien relatada y que no te apetece que se acabe. Por supuesto que tambien me apunto a Maria Dueñas, a ser creadora de un atelier con mi imaginación y la ayuda de alguna amiga, aunque yo no sea Sira ni Candelaria. Besos.

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  3. Realmente elegante, no creo que haya mujer a la que no le gustaria tener uno. Sencillo, adaptable a todos los cuerpos....el Delphos...no lo conocia. Muchas gracias por tu aportación y además como el vestido, tu entrada rezuma la misma elegancia. Muchas gracias Elisa.

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  4. ¡Hola! Un gran blog que une mis dos pasiones. Veo que no todo es moda y arquitectura, ya me habían hablado de él, pero con esos primeros párrafos y según lo trasmites quiero leerme ya "El tiempo entre costuras". Realmente es tan bueno como dicen?? A mi los "Best seller" nunca me han llamado...Soy

    Esto pinta interesante Elisa, me llamo Carla y me uno a tu compás ;)

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