UN JARDÍN ARBOLADO

Hace unos días tuve la suerte de visitar este edificio y el privilegio de que Gonzalo Moure, arquitecto de la obra, nos acompañase. 

En una entrevista, para EL PAIS, cuando le preguntaban a este arquitecto gallego de 53 años que cómo explicaría su proyecto dijo: "¡Árboles!" La reforma de las Escuelas Pías de San Antón lleva años transformando el centro de los escolapios para alojar el Colegio de Arquitectos de Madrid además de una serie de equipamientos públicos: un centro integrado para personas mayores, instalaciones deportivas, una escuela infantil, una escuela de música, un restaurante, una biblioteca y un aparcamiento subterráneo de 500 plazas.  

La historia de este edificio es complicada: de colegio a prisión durante la Guerra Civil, de nuevo colegio, pasto de las llamas en 1996...y por fin cesión al COAM por 75 años.

"Aunque tu abuela no sea madame Curie ni Claudia Schiffer, es tu abuela". Con esta frase, aún a las puertas, comenzaba a hablarnos Gonzalo Moure para explicarnos el respeto que le inspiraba el antiguo edificio; prueba de que no eran sólo palabras, es este fragmento de la carta abierta que José María Canalejas Díaz, arquitecto, escribe a Gonzalo como forma de agradecimiento:

"Todos los participantes conservamos las fachadas porque era obligatorio, pero en realidad aunque las dibujamos, nuestras intenciones estaban en otra parte, a menudo en edificios grandilocuentes y convenientemente separados donde podíamos ser lo que realmente queríamos ser. Tú en cambio las consideraste desde el principio tus verdaderas aliadas, y acertaste. Te fiaste del lugar. Gracias una vez más"

Durante la visita Gonzalo nos va desgranando el edificio (deduzco que debe de ser la enésima vez que lo cuente y no pierde la emoción) y es raro el momento en el que el patio central se pierde de vista, un jardín que aporta a todas las estancias una atmósfera de sosiego. El edificio está hecho con mimo, al detalle, Gonzalo se detiene a explicarnos el mecanimo de cerramiento de las ventanas, detalles de la estructura, las barandillas y sus dimensiones,el diseño de las contraventanas o el aparejo de granito que cubre las paredes.

Termino con otra frase de este arquitecto al que le seguiré la pista cada vez más de cerca:

"Cuando acabas la carrera te preocupan los edificios, su belleza. Al cabo de 30 años me interesan los árboles".

Aquí  podéis ver  las únicas plantas que he encontrado y abajo os dejo unas fotos que no hacen justicia, pero así tendréis más motivos para ir a visitarlo.

También os dejo el link de la carta abierta de la que os hablaba, merece la pena.