Una obra cuya área duplica a la del Vaticano (en total unos 265.000 m2 construidos en una superficie de 70 hectáreas), más de 10 años de proceso constructivo, un presupuesto que (en la actualidad) ha superado los 400 millones de euros, unidos a un fastuoso nombre: Ciudad de la Cultura, e ineludible presencia desde muchos puntos de la ciudad de Santiago. Motivos suficientes para que mi visita a esta faraónica obra del arquitecto norteamericano Peter Eisenman (Newark, Nueva Jersey,1932) fuera casi obligatoria. Tanta polémica genera cierto morbo.
Inspirada en los caminos de los peregrinos, en la vieira, en el mar que baña las costas gallegas, o en la trama urbana de Santiago resumida en sus cinco grandes calles medievales; sus formas sinuosas y pétreas albergarán el museo de Historia de Galicia y la Casa Mundo, una biblioteca (con capacidad para un millón de libros, aunque en la actualidad pasillos y pasillos continúan vacíos) y una hemeroteca, el Escenario Obradoiro y el Edificio de Servicios Centrales. ¿Responde el alto coste a necesidades reales?.La Ciudad de la Cultura, el complejo en permanente construcción, estará compuesta por siete edificios.
Los días anteriores a mi visita, cuando observaba "la mole" desde Santiago, no podía dejar de entenderla como un pegote. Allí, en lo alto del verde Monte Gaiás, la imagen se me antojaba más render que edificio real...Tales dimensiones no podían ser ciertas. Pero, a pesar del pésimo diálogo del conjunto con la ciudad, una vez allí, he de reconocer que los edificios te envuelven, las formas son atractivas y el espacio invita a recorrerlo.
Eisenman, en una entrevista para EL PAÍS, afirmaba que "Solo los proyectos de gran escala pueden enfrentarse a los problemas de nuestro tiempo"; también afirma que "la complejidad de mi trabajo se debe a que elegí ser un arquitecto de un tiempo y una época, la mía, en contraposición a serlo de un lugar". Debe ser que arquitectos como Siza (1933, Matosinhos) no tiene intención alguna de ser arquitecto de su época.
¿La cultura no tiene precio?Termino con unas palabras del escritor, músico y director de cine Antón Reixa (1957, Vigo) "El pensamiento mágico y supersticioso de los artistas rupestres era el siguiente: si pinto el bisonte, cazo el bisonte; si pinto la Ciudad de la Cultura, tengo la cultura, pero no siempre es así".
_Fotografía: Alberto Zama, Elisa Galindo